Querido honorable President de la Generalitat,
(Se me hace raro llamarte así, ¡si eres mi vecino!)
No nos conocemos personalmente. Nos han presentado algunas veces, nos cruzamos algunos mails en el año 2009, pero no he tenido el gusto de hablar contigo.
Te escribo para hablarte de sabiduría. Sí, sí, de sabiduría. Y de compartir. (Como gironina de adopción podríamos hablar horas y horas, pero creo que la sabiduría ya es un tema bastante-muy gordo 😉 )
En las consultorías de marketing con nuestros clientes, siempre sale en la conversación la competencia y la necesidad de hacer un mínimo estudio de 'benchmark' para conocer nuestro valor diferencial respecto a ella y podernos posicionarnos adecuadamente en el mercado. Viendo la competencia no como algo malo, sino como alguien de quien aprender.
Un ejercicio que pido muchas veces al cliente en cuestión es listar cinco cosas que ha hecho bien la competencia el año anterior. No solo para ver cómo trabajan otras personas, sino para conocer nuevas maneras de pensar y de hacer, detectar nuevas tendencias...
¿Y esto, en qué te afecta a ti?
Verás. Como les digo a ellos, aprender de la historia es gratis y nos humaniza. Los políticos también os podríais aplicar este consejo y aprender de vuestros predecesores y homólogos (perdona por cogerte a ti como cabeza de turco, pero ahora mismo eres la cabeza más visible). ¿Sabes decirme, tú también, cinco lecciones aprendidas de los presidentes que vinieron antes que tú? Es la sabiduría que te comentaba al principio, para evitar ser demagogos o ignorantes, sabiduría que nos permite arraigarnos en el presente y prestar atención a lo realmente importante.
Por ahora, nada más. Creo que tienes suficiente curro encima 😉 Y perdona el atrevimiento.
Con aprecio,
Txell
