A nivel personal, me encanta el mundo de la alimentación y la nutrición. Durante años me he estado formando en esta temática y he asesorado a un montón de profesionales del sector (así fue como escribí Lovely Marketing. Estrategias para health coachs, nutricionistas y otros profesionales que luchan por un mundo más sanote) y así ha sido como aprendí el concepto de “hambre emocional”: cuando la comida sirve para rellenar desajustes emocionales.
Lo mismo se puede aplicar al trabajo al 100%. La gente está utilizando el trabajo como vía de escape a sus necesidades emocionales, reproduciendo las relaciones tóxicas del ámbito personal en el área profesional (Compártelo en Facebook o Twitter):
Buscamos fuera aquello que no encontramos en nuestro interior.
Te voy a mostrar un ejemplo.
A nivel consciente, yo no motivo a mi equipo. No creo que sea mi trabajo como “líder” o jefa; creo que mi labor es inspirar, estar al día de los números y marcar la estrategia empresarial, tener visión de futuro, abrir espacios para opinar y escuchar… pero no hago nada que no haga en mi vida privada. Simplemente, soy yo misma, y, como me siento feliz, realizada, plena… es contagioso. Mira esta foto que colgamos en nuestro Instagram hace un tiempo: un mensaje de un miembro de Txell Costa® Group que lleva colaborado conmigo 7-8 años:
El Working Happy que predicamos sea ha hecho más y más fuerte con el tiempo:
Cuando no tienes una relación sana contigo mismo y con tu entorno, se traslada también al trabajo (Compártelo en Twitter). Inseguridades, envidias, ansiedad o apatía, dependencias, relaciones tóxicas… En la consulta veo gente adicta al trabajo, controladora al máximo, con relaciones abusivas y destructivas con los compañeros de trabajo y con el jefe. O con egos enormes que ocultan grandes inseguridades e incapacidad para volver a su interior y reconocer qué es realmente lo que falla.
Entre todos hemos construido una relación con el trabajo totalmente insana y antinatural.
Estamos desnutridos emocionalmente y pedimos más y más al trabajo (Compártelo en Twitter).
Curramos un montón de horas, pero no nos sentimos realizados.
Si es tu caso, páralo. Toma conciencia y cambia el chip, porque esto siempre acaba en un final muy infeliz: enfermedades, bancarrotas...
Qué podemos hacer para detectar que tenemos una relación tóxica con nuestro trabajo, que estamos utilizándolo como un parche emocional.
Para y siéntete. Pregúntate:
Tú mismo habrás intuido por dónde van los tiros… (siempre he dicho que el trabajo es también una vía de crecimiento personal). Si consideras que tienes una relación tóxica, no neutral o satisfactoria con el trabajo, empieza por cambiar tu vida cada día un poquito. El cambio empieza por ti:
No dejes que el trabajo sea una excusa para rellenar huecos emocionales personales (Compártelo en Twitter).
Tener un trabajo feliz, satisfactorio y que genere dinero por el valor que aportas no es cuestión de suerte. Es cuestión de autoestima y autoliderazgo emocional (Compártelo en Twitter).
Si necesitas que te acompañemos para construir una relación sana con el trabajo y con el dinero, para que te sientas motivado y con ganas de compartir tu don, tenemos a tu servicio las sesiones de consultoría, especialmente el formato Premium, donde conseguimos encontrar tu propósito de vida y hacer cambios muy muy profundos y perdurables, porque incluye varias sesiones conmigo (no podemos olvidar que una rutina se crea con 21 días de repetición, así que el cambio real es un proceso).
Txell