Las redes sociales nos ayudan...
A crear nuestra marca
A posicionar mejor en buscadores.
A generar tráfico hacia nuestra página web.
Pero... ¿Todos debemos estar en toooodas las redes sociales? ¿Cómo planificamos esta acción para conseguir el máximo beneficio en el mínimo tiempo, garantizando el retorno de la inversión?
Antes que nada, estudia cuál es tu caso y si tus clientes están en las redes sociales. Si la respuesta es afirmativa, planea:
- Qué red social escogerás
¿Dónde están tus clientes?
Además, se pueden vincular y reciclar contenidos: puedes compartir tus vídeos de Youtube en Linkedin y Facebook; la misma información de Twitter te puede servir para Facebook y Linkedin; puedes integrar en tu perfil de Linkedin tus tweets, WordPress (plataforma blog), Slideshare (plataforma para colgar diapositivas), etc.
Es mejor tener menos perfiles pero que estén bien gestionados, que muchos y poco dinamizados.
- Qué contenidos compartirás
- Con qué frecuencia
Busca el término medio: ni generes spam ni pases desapercibido. Un tweet es mucho más volátil que una actualización de Facebook. Y Pinterest y Linkedin no están preparados para que los actualices tan frecuentemente, puesto que no incluyen las fechas.
Así, pues, Facebook y Twitter pueden ser para uso diario, mientras que Linkedin, Slideshare y Youtube puedes actualizarlos esporádicamente.
Ahora te toca a ti. ¿Cómo dinamizarás la comunidad para que participe? ¿Cómo calcularás el retorno de la inversión?
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