He buscado en Google JEFE CABRÓN. Y me han aparecido 548.000 resultados. Sintomático.
Y ahora no tengo tiempo, si no, me pondría a buscar otros tacos a ver cuál gana y haría una estadística.
Pero vayamos al lío.
Cada día, por trabajo, tengo contacto con muchos directivos de distintas empresas. Es muy interesante porque me ayudan a hacer de espejo y a evaluarme como jefa de mi equipo.
He visto de todo: jefes que ponen cámaras para ver qué hacen sus empleados, jefes que van tan de colegas que no son capaces ni de echar a las personas que no aportan, jefes invisibles, jefes súper currantes y capaces… Lo que me han enseñado todos ellos no tiene precio.
Algunas conclusiones que he sacado sobre el buen liderazgo:
En definitiva, la dirección tiene que tener dirección para no perder el norte. Y humanidad.
Yo también intento aplicarme el cuento, y más desde que estrenamos este verano nuestras oficinas. Por eso cada día a primera hora hago un café con el equipo para repasar temas que han quedado abiertos y hacer una lista con las prioridades del día e intento conocerles bien para adaptar mi comunicación.