Hoy he tenido un Skype con una clienta con síndrome de “no-lo-admitiré-pero-en-realidad-no-quiero-vender”. Es un síndrome muy, muy común.
Se da cuando una persona se pasa meses y meses planificando, preparando la web… para nunca pasar a la acción. Se regodea en los preparativos y no arranca porque se autosabotea. No es consciente de ello, claro, pero está paralizada por los miedos.
“Es que no sé si me dirijo al público adecuado”
¡pues sal a la calle y testéalo!
“Es que no sé si se soy demasiado buena”
¡si no lo pruebas, nunca lo sabrás! Además, TODOS somos buenos, cada uno en unas cosas. Poténcialas.
“Es que lo mío no es vender”
¡Y lo mío no son los números, no te fastidia! Pero cada mes tengo que pagar facturas, y enviar las mías, y pagar al equipo, y ver si cuadran los números… Crecer y ser empresario es un sueño y nos permite escoger como queremos que sea nuestra vida, pero también implica responsabilizarnos y apechugar con cosas que nos gustan menos (clica y tuitéalo).
Es un problema de inseguridad, de autoestima, de mentalidad, en definitiva. Porque, por muy buenas intenciones y planes que tengamos, sin la actitud necesaria no vamos a vender ni un comino (clica y tuitéalo).
Así que ponte en marcha:
Y recuerda que si necesitas un empujoncito, aquí estamos.