En el post anterior hablábamos de la importancia de tener identidad digital. Pero, ¿por dónde empezamos?
No se trata de ir abriendo perfiles en redes sociales y en blogs al tun tún. Hace falta una planificación. ¿Verdad que no iríamos al supermercado sin la lista de la compra? Si vamos al súper sin ella, seguro que nos dejamos cosas, que repetimos otras, que nos sale más cara la compra... Pues en comunicación lo mismo: la planificación es optimización.
En las próximos posts (recuerda que los publicamos quincenalmente los lunes) iremos desgranando los diferentes ingredientes de nuestra lista de la compra particular.
Para seguir con términos culinarios, ve pensando:
- Qué ingredientes tienes en casa = canales de comunicación: webs, blogs, redes sociales, carteles...
- Cuál es el plato estrella, el que os sale de rechupete = el punto fuerte de tu empresa o de ti mismo
- Cómo funciona tu cocina -quién es el chef, el pinche...- = el reparto de acciones comunicativas
- Cómo son tus comensales (¿al niño no le gustan los macarrones?) = cómo son tus clientes
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