Vamos a hacer limpieza. Rollo Marie Kondo pero en versión ventas y marketing. En los próximos artículos haremos repaso de cómo llevas tu comunicación para que el resto del año las ventas sean mucho más fluidas y estables. Revisaremos tu proyecto paso a paso para asegurarnos que no falla nada; este es el recorrido que haremos:
¿Preparado?
Pues vamos a empezar por revisar tu marca.
Qué es el branding
Una marca es lo que queda en la mente de la gente.
Es lo que desprende tu logotipo, colores y tipografía, tu manera de hablar y de escribir, de atender a los clientes.
Puede ser el olor de tu establecimiento, o su música.
Es el vínculo emocional que estableces con tu clientela.
Es lo que marcará la diferencia y rellenará las dudas mentales de tu cliente a la hora de escogerte. Porque NO, no hace falta que seas el más barato para triunfar: jugamos con el precio cuando no tenemos valor como marca (clica y tuitéalo). Sí, lo sé, parece que todos tengamos que ser guapos y baratos para triunfar. Pero si te fijas en las grandes marcas, a las que admiras, no han competido por precio. O actores como Julia Roberts no siguen un canon de belleza convencional.
Cómo es una buena marca
Una buena marca tiene que captar la atención, generar confianza y hacer que el consumidor pase a la acción. (Clica y tuitéalo)
"¡No quiero ser humo!". Pues cumple con las expectativas que generas y que transmite tu marca. (Clica y tuitéalo)
Y invierte en tu marca, no en marketear tu producto. Porque los productos mueren, y tú no. (Clica y tuitéalo)
Producto = razón
Marca = emoción
No pienses a corto plazo. Piensa en que tu marca tiene que perdurar y construye un buen valor diferencial para que te elijan.
Ya ves que una marca siempre es consecuencia de algo. No la dejes al azar. (Clica y tuitéalo)
¿Necesitas más?
Lee este post sobre cómo cuidar tu marca.